miércoles, 24 de febrero de 2010

Buscando la Conciencia del Universo


Hace siglos, el verdadero Dios escapó derrotado de la vista de los hombres, huyó de una civilización que demostró no ser digna de mirarle a la cara. Pero la Conciencia Universal no puede dejar de ser exactamente eso. No puede negarse a aquellos que sabiamente dan la lucha por encontrarla y fundirse con ella, o al menos, contemplarla con los ojos del alma. No hay un dios rigiendo este universo, no hay amo, no hay titiritero. "Dios no juega a los dados". Dios es el universo, todos somos Dios. Todo tiene una parte de la Conciencia del Universo, de la belleza de existir.

Nietzsche define al hombre como una fina cuerda que se cierne sobre el abismo entre el super-hombre y la bestia. Esta débil cuerda, este ocaso que es el hombre, posee una única herramienta para controlar a estas dos fuerzas que luchan dentro de sí, una herramienta que hace al hombre un hombre prudente: la razón. La razón humana le da la entereza al hombre para reprimir su propia bestia en pos de construir una sociedad; constructo que tiende precisamente al florecimiento, al progreso del hombre, a llegar a su ocaso, al nacimiento del super-hombre. Asimismo, es la razón la que nos permite orientarnos hacia este super-hombre desde el individuo.

Pero hay algo de super-hombre en cada uno de nosotros, en cada ser humano, en cada cosa que es en el universo, entre las cosas vivas, en el tiempo: los hombres llevamos los ojos de un super-hombre en lo profundo de nuestros sentmientos, mirar con esos ojos significa AMAR. El hombre que ama de verdad y que entiende lo que es amar ha dejado de ver con la razón humana, porque su amor está más allá de ella. El hombre que ama ve aquello que ama con los ojos del super-hombre, y en ello intenta encontrar a Dios. Dios bien puede ser el infinito amor, pero es el amor también la forma de ver a Dios en aquello que amamos. Lógicamente, quien más ama, quien ama a más gentes, a más cosas, quien es capaz de amar por entero a la humanidad y todo lo que lo rodea, es quien mejor logrará ver a Dios y hacerse uno con él. La razón está hecha para distinguir; el amor para unir, para entender que todo, uno y nada, significan lo mismo.

Dios está dentro de todos nosotros, y todos estamos dentro de Dios, en un ciclo infinito.
El Dios que vengo a anunciar es el Todo, la Nada y el Uno, es la Conciencia del Universo.

Viento Rítmico Blanco
Lord Áthurel Rimbaud.

P.S:
He encontrado a Dios con la razón humana, que ha sido mi preciosa herramienta en todos estos años, cuando sea capaz de ver esta verdad con los ojos del alma, seré un paladín, y aspiro a serlo.

lunes, 15 de febrero de 2010

Adagio Algo Estúpido

Adagio Algo Estúpido

Hace ya algún tiempo
que mis sueños no son como esperaba.
Ojos de negra comisura y una ígnea cabellera
caricia suave de un porvenir desconocido,
sobre el torso que antes conociera,
y que aparece radiante, y me llama a su cosecha.

Ella fuma despreocupada abrazando algún cuaderno
de poesía, de viajes, de saberes olvidados.
Camina sobre laureles en una nubosa mañana universitaria.
Y el humo que nace ostenta el color
de sus labios generosos en calor y carmesí,
y me arrastra hacia ella, y me llama a su cosecha.

¡Ulises!

Corta mis párpados, abre mis oídos y desata mi lengua,
pero no sueltes jamás, jamás, mis cadenas.
Este es mi mástil, y en el he de permanecer
hasta Ítaca o más allá.

Dejad que se acerque a mi con su capa blanca
dejad que me toque y que me huela
mas no me dejes beber de su copa,
pues el sabor a sangre oculta ajenjo y tinieblas.

Todo aquello que sé será olvidado.
Su cintura borra la tinta,
cuando la arrastra sobre mi frente.

Todo lo que hoy es será extirpado,
cuando Toda Ella,
Todo su Ella Entera,
corte cadenas y correas, mordazas,
carne, cuero, y arterias.

Me prohibí observar el paso del tiempo.
Hoy dejo que las horas me toquen como deseen
y siento sus manos con los ojos vendados.

14 de Febrero, 2010

sábado, 6 de febrero de 2010

Cómo le cuento a mis viejos que ya no voy a Antofagasta


Cómo le cuento a mis viejos que ya no voy a Antofagasta

Podrías oír nuevamente tu mentira,
esa fétida y deliciosa droga,
para implorar por una vez más.
Pero hoy quiero triunfar en mi obstinación
aunque tenga que maldecir mi cama eternamente.

Se me acabaron los nombres para nombrarte,
asimismo, se me acaba la paciencia.
Todo este tiempo, por tu mentira,
no lograste ver que la puerta se cierra.

Se me acabaron las fuerzas para construir nuestra casa.
No quedan ya, ni fe, ni pasión, siquiera unas piedras.
Lo que me queda de cuaderno será para versos nuevos.
No para tejer un arcoíris de promesas.

Se me acabaron las lunas para iluminarte,
te me perdiste en una oscuridad que nunca llamaré “mi tierra”.
Será la tristeza de mi verano,
elixir amargo de estupidez y soberbia.

Yo quería conocer la ciudad de saliva y arena,
¡Quería llevarte de la mano y poner tu cuerpo entre el mío y nuestra tierra!
Pero tu lengua me destruyó ojos y oídos,

Y perdí tu mano en la batalla.

Yo he nacido libre,
no lo olvidaré aunque lo quiera.
Aunque no pueda cabalgar sobre una llanura vacía,
me guiará raudo el sabor delicioso de la tiniebla.

Lolol, Febrero de 2010.