miércoles, 20 de octubre de 2010

Requiem ad Emilia

Requiem ad Emilia II

I
Qué bonita estás.
Por favor, no cubras tu espalda.
Déjame besarla,
dormirme en ella.

Jamás calentaste mis pies
pero puta que hermosos eran
esos ojos tuyos
que podía mirar por horas
que podían mostrarme el camino
hacia una flor en el mar.

No imaginas cuánto te extraño.
nadie prueba ya mis recetas raras.
Son las seis de la mañana.
Pasé de largo viendo monos,
matando minions,
llorando, sangrando, sobre la alfombra.
Deseando no mi muerte, sino
el fin del mundo.

Oigo una y otra vez
los sonidos de nuestro amor muerto
suena como los pasos de un niño nervioso
equilibrándose con ansiedad.
Esperando abordar una micro azul.
Esperando a tomar el ascensor.
Esperándote.
Esperándote al voltear la página
de cada sueño.

II
Pero todo aquello ha pasado,
quién sabe cuándo los fantasmas...
ni en qué se han de convertir...
Sólo sé que intento dormir y tú
no estás aquí.
¿No piensas ya en mí?
¿La música no es suficiente para ti?
Pero conozco ya la respuesta.
Un silencio de mármol,
un martillazo en la lengua,
Un pico en el ojo.

Mi recuerdo no hace sino humillarme
y mi almohada me escupe en la cara
porque extraña la tuya.
Extraña tu baba.
¿Acaso olvidaste que ya era tiempo
de cambiar mi cama?
Y si no es contigo, puede que
mi cama no se rompa jamás.

Si no es contigo
¿para qué ponerme de pie?
Como si fuera tan insano
esperar que la raza termine
de fermentar su propio cáncer...
Los demonios me tienen rodeado
Nada ni nadie podrá conseguir
que logre salvarme de esta.
Se quieren comer mi consciencia.

III
Las canciones pasan.
Ahora me dicen
que es hora de ir a dormir.

Las pesadillas pasan.
Sí, era el fin del mundo,
pero yo no me había movido de Lonkén.
Todo se había convertido en un semidesierto.
Estaba tan solo
Hasta que encontré, tras unos álamos,
un caballo blanco
con la cola cortada.
Y le di de beber.
Para partir a Santiago.

¿No lo recuerdas?
Así también fuimos los dos.
Y al hacerte el amor veía la Luna.
Cuando cerraba mis ojos bailaban
fuegos fatuos con tus suaves aromas
entre rojos y amarillos.

En nuestro interior quedará lo que fuimos.
Tantas cosas lindas, tantas cosas buenas.
Canciones inimaginables,
besos que no alcancé a terminar
tan sólo porque no era el momento
adecuado.
Sin ti
mi respiración es tan lenta.

Los pajaritos vinieron esta mañana a contarme
que ahora en la disco no bailas.
Que no quieres salir a cazar.
Yo les dije que se jodan,
que no me importa lo que digan.
Que soy yo quien la conoce más.
Yo sé que ella baila mirando al cielo,
sé que como yo ad Emilia nadie,
nadie la amará.
Octubre de 2010

martes, 19 de octubre de 2010

El Libro de Thot

El Libro de Thot

Anoche soñé con aquella mujer...
Fuimos al cine a ver un documental que se llamaba Newen Mapu por el colegio, hablaba de la lucha y la resistencia mapuche en el último tiempo. Nos bajamos con el curso en el metro república y doblamos hacia el norte de la Alameda; no sé porqué me quedé más atrás del curso. Allí apareció ella, estaba hermosa, y esa chaqueta de cuero le sentaba muy bien. Su pelo, algo más largo, tenía mechas negras y rubias. Sus ojos, indescriptibles, absolutos, el sabor del mar en una gota de agua, como siempre. Ella me miró y me dijo que estaba igual pero cambiado, y que me afeite la barba. Me dijo que le gustaba mi pelo, y, lo más importante, su voz susurró... joven. Nos saludamos con alegría, entramos al cine algo después. No recuerdo mucho el documental, lo que sí sé es que al mirarnos a los ojos supe que ella ya estaba lista... Lo último que recuerdo es que intercambiamos mail nuevamente, y que en el chat le dije que me esperara un poco, para pasarle mis nuevas obras. Pero algo pasó. Un montón de gente comenzó a hablarme al mismo tiempo, y no lograba encontrar mis poemas, estaban perdidos en mi propio computador, y era frustrante, tenía miedo que se cansara de esperar, y se fuera otra vez. Me enfurecí, contra todos quienes querían hablar conmigo, contra el computador, contra mí. Fue tal mi furia que me desperté, echándola de menos, pero furioso por no poder encontrar mis poemas.
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Me siento más cercano a mis cartas, mantengo la opinión que son principalmente un muy útil elemento de introspección, pero mientras voy leyendo, y a medida que leo más y más seguido, incluso cuando despliego las cartas sobre la mesa, sin saber muy bien porqué ni cómo, siento que hay cosas que operan desde bajo la conciencia, y desde sobre el ser humano. Siento que al tirar la baraja voy descubriendo nuevas tiradas, nuevas interpretaciones, nuevos razonamientos, emociones que se despiertan con las imágenes, cosas que me parece vinieran desde el mar de mi subconciente, que parecen tan obvias como si siempre las hubiera conocido.

Algunos piensan que el tarot es un canal para acceder a cierto lugar o estado de conocimiento superior donde se hallan las respuestas, una iluminación al estilo platónico del mundo de las ideas.

Yo pienso, y más que pienso, siento, que el tarot nos ayuda a descender más que ascender, el tarot es una ayuda para adentrar nuestras frágiles barcas en las turbias aguas de nuestro subconsciente. Y con nuestro no me refiero al subconsciente de cada uno, sino a uno más profundo aún, más oscuro, más turbio, y habitado por monstruos, dioses, héroes y tiranos que toman forma en el arte conceptual de igual manera que un ritual chamánico, que aparecen en el cine tanto como pintados en milenarias cavernas, el secreto del tarot, que nos permite ver más allá es el de viajar a través de estas aguas del inconsciente colectivo, y emerger donde buscamos a nuestros hermanos de especie.

En las cuevas de la selva Maya, hay infinidad de cavernas en constante cambio, estas suelen desembocar en pozos de agua dulce de gran extensión y profundidad. Al sumergirnos en estos pozos, y llegar a su fondo, el aventurero se da cuenta que éste fondo no es tal, sino tan sólo la entrada a una reserva muchísimo mayor de agua salada, que en ciertos puntos logra incluso conectar los dos océanos que bañan las costas de nuestra América. Por diferencia de densidad, siempre el agua dulce se separa de la salada, y se ubica sobre esta. Si el aventurero es lo suficientemente capaz de sumergirse y sobrevivir en esta agua salada, y desplazarse a través de ella, notará que el techo abovedado está repleto de agujeros y grietas similares a aquella por la que él entró a esta inmensa masa de agua plagada de la más extraña flora y fauna, y que cada una de esas grietas conduce a una gruta con un lago de agua dulce, que baña las micro-costas de una caverna...

Nuestra conciencia, nuestra razón, la parte de nuestra mente a la que más recurrimos en nuestra vida cotidiana, apenas si logra ubicarse en las tímidas olas del agua de estas cavernas. Eso es lo que vemos de nosotros mismos.

Platón planteaba que la elevación de la conciencia se lograba a través del desarrollo de la razón, lograr desatarse y salir de la cueva. El tarot nos dice que para que aumentar nuestra consciencia, y la comprensión de nuestros hermanos, debemos adentrarnos más en nuestra caverna, sobrevivir a ella y encontrar a los demás.
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La foto es el proyecto en el que estoy trabajando, es sólo un esbozo, tiene algo de estudio y bastante de intuición. Se llama "La tirada Alith", más como un homenaje que como una relación directa. Cuando la perfeccione y la conozca mejor, pasaré a detallarla.
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Cuando era niño escuchaba esta canción y me daba miedo, volví a escucharla cuando las noches de Santa Cruz comenzaron a enfriarse, me despertó un variado matiz de sentimientos, ahora la escucho cuando quiero despertar las cosas ocultas en mí.

Shape Of My Heart (Sting) (trad. propia)

Él juega las cartas como una meditación
y sus rivales nunca sospechan
que no juega por el dinero que gana
no juega para ser respetado

Él tira las cartas para hallar una respuesta
La sagrada geometría de las oportunidades
La ley oculta del probable resultado
Los números llevan una danza.

Sé que las picas son las espadas de un soldado
Sé que los bastos son armas de guerra
Sé que los oros significan dinero en este arte
Pero esa no es la forma de mi corazón

Él puede jugar la Sota de Oros
Él puede jugar la Reina de Espadas
Puede esconder un Rey en su mano
mientras su recuerdo de evapora

Sé que las picas son las espadas de un soldado
Sé que los bastos son armas de guerra
Sé que los oros significan dinero en este arte
Pero esa no es la forma de mi corazón

Y si te dijera que te amé
podrías pensar que hay algún error.
No soy un hombre de demasiadas caras
La máscara que llevo es una de ellas.

Quienes hablan no saben nada
y se dan cuenta, a su pesar;
como aquellos que maldicen sus suerte en muchos lugares
y aquellos que ya perdieron el miedo.

Sé que las picas son las espadas de un soldado
Sé que los bastos son armas de guerra
Sé que los oros significan dinero en este arte
Pero esa no es la forma de mi corazón

http://www.youtube.com/watch?v=KX4jAplZb0Y&feature=related

Saludos a quienes desean
Saludos Brígidos a quienes desean más

Lord Áthurel Rimbaud

lunes, 18 de octubre de 2010

Soneto del Preuniversitario

Vuelvo hacia atrás mi cabeza
me miro y siento destrozarme
la carne engorda y adelgaza
en trozos que derraman el infinito

Camino solo por Pedro de Valdivia
sin más compañía que la pileta de la plaza
sentado dándole la espalda
miro la lluvia que se secó hace dos años.

Lloraré la puerta que se cierra
dormiré en su dintel con sucio
rostro der niño.

El aire que exhala el pavimento
Es otro verso que nace
Cuando se separan así nuestros caminos.

2010
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