miércoles, 11 de mayo de 2011

Probablemente estoy mintiéndole, descaradamente. Al mismo tiempo intento engañarme a mí. Por fin comprendo que la experiencia afectiva puede fácilmente contradecir la lógica. O sea, ya lo sabía, pero no en este asunto de mentirle a otra persona.

Me da vergüenza lo que estoy haciendo. No entiendo cuál de los dos caminos es el "sano", y cuál terminará en otro juego cruel.

Extrañamente una villera refleja lo que me pasa. Estoy cansado de mentir, y peor aún, de mentir una mentira que bien podría luego ser realidad. Y reciclar este amor enfermo.

Cómo le cuento (El Empuje & Mario Luis)

Como le cuento a ella si cuando llego a casa me recibe con un beso,
como comienzo a decirle que ase tiempo ya no siento su 
cuerpo al amar,
como decirle que ya no la quiero
Y que entienda que le soy sincero
Que por las noches ya casi no duermo
Solo pensando en ti 

Como decirle que cuando me abraza imagino su cuerpo
Y estando en el lecho
Yo me siento preso en sus caricias y besos
Como le cuento

Como le cuento a ella si cuando llego a casa me recibe con un beso,
como comienzo a decirle que ase tiempo ya no siento su 
cuerpo al amar, como decirle que ya no la quiero
Y que entienda que le soy sincero
Que por las noches ya casi no duermo
Solo pensando en ti 

Como le cuento  que cuando me abraza imagino su cuerpo
Y estando en el lecho
Yo me siento preso en sus caricias y besos
Como le cuento
Una histeria estúpida, una inseguridad que clama, un vacío que debe llenarse "in roder to move on"....
¿Quién podría extrañarme el día que me vaya?

"El realismo socialista nace para documentar la vivencia del “héroe” de la clase obrera. Busca, a través de la expresión artística, trascender la representación verosímil de la realidad óntica que hace el artista burgués (que con el tiempo sería identificado con el arte contemporáneo occidental en general) y representar por medio de la mímesis las doctrinas políticas y sociales del marxismo. Al mismo tiempo, esta representación se diferencia de la mímesis del realismo burgués porque no considera válida la presunción de objetividad de éste."

Un fragmento de mi vida, preocupante. Inusual.

Áthurel Rimbaud

viernes, 6 de mayo de 2011

Amanece en La Florida


Recuerdo el amanecer sobre La Florida
esperando escondido en la plaza cercana.
A que se abrieran como dulces pétalos
los más fragantes amaneceres.

Emilia, antes de ser Emilia,
El sol era tu ombligo.
El sol olía como tu ombligo
El sol amanecía en tu ombligo.

Antes de ser Emilia,
los ríos nacían en tus muslos
las nubes hacían brillar tus senos
en las sábanas exhaustas, fuimos eternos.

Y hoy, Emilia, cuando miras mis ojos,
cuando tomas mis manos,
cuando bailas en mi hoguera,
Es como recordar las más bellas caricias
la piel más sabrosa,
la llama que nunca se apaga...
La herida que no restaña.

Tu nombre es un universo de amor
que guardaré por siempre
en la luz verde de mi pecho.

2011
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Siempre es triste constatar que la calidad de tus versos ha descendido, sin embargo, me alegra ver que mi poesía refleja lo que siempre quise sentir. Erotismo y ternura no son técnicas, danzas, imposibles de coordinar

jueves, 5 de mayo de 2011

¿La manta o el cuchillo?

Romance Sonámbulo (Federico García Lorca)

Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar
y el caballo en la montaña.
Con la sombra en la cintura
ella sueña en su baranda,
verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Verde que te quiero verde.
Bajo la luna gitana,
las cosas le están mirando
y ella no puede mirarlas.
              *
Verde que te quiero verde.
Grandes estrellas de escarcha,
vienen con el pez de sombra
que abre el camino del alba.
La higuera frota su viento
con la lija de sus ramas,
y el monte, gato garduño,
eriza sus pitas agrias.
¿Pero quién vendrá? ¿Y por dónde...?
Ella sigue en su baranda,
verde carne, pelo verde,
soñando en la mar amarga.
              *
Compadre, quiero cambiar
mi caballo por su casa,
mi montura por su espejo,
mi cuchillo por su manta.
Compadre, vengo sangrando,
desde los montes de Cabra.
Si yo pudiera, mocito,
ese trato se cerraba.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.
Compadre, quiero morir
decentemente en mi cama.
De acero, si puede ser,
con las sábanas de holanda.
¿No ves la herida que tengo
desde el pecho a la garganta?
Trescientas rosas morenas
lleva tu pechera blanca.
Tu sangre rezuma y huele
alrededor de tu faja.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.
Dejadme subir al menos
hasta las altas barandas,
dejadme subir, dejadme,
hasta las verdes barandas.
Barandales de la luna
por donde retumba el agua.
              *
Ya suben los dos compadres
hacia las altas barandas.
Dejando un rastro de sangre.
Dejando un rastro de lágrimas.
Temblaban en los tejados
farolillos de hojalata.
Mil panderos de cristal,
herían la madrugada.
              *
Verde que te quiero verde,
verde viento, verdes ramas.
Los dos compadres subieron.
El largo viento, dejaba
en la boca un raro gusto
de hiel, de menta y de albahaca.
¡Compadre! ¿Dónde está, dime?
¿Dónde está mi niña amarga?
¡Cuántas veces te esperó!
¡Cuántas veces te esperara,
cara fresca, negro pelo,
en esta verde baranda!
              *
Sobre el rostro del aljibe
se mecía la gitana.
Verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Un carámbano de luna
la sostiene sobre el agua.
La noche su puso íntima
como una pequeña plaza.
Guardias civiles borrachos,
en la puerta golpeaban.
Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar.
Y el caballo en la montaña.

2 de agosto de 1924

martes, 3 de mayo de 2011

Por medio del presente reclamo para mi persona el derecho de ser tibio en todas las acepciones de ésta palabra que estime convenientes para mi mayor dicha.

lunes, 2 de mayo de 2011

Intempestivo, efusivo, atrevido, crónico

Ayer antes de dormir un escalofrío de terror recorrió mi espalda. Estaba enamorado. No como la primera vez cuando no pude darme cuenta. No como la segunda vez cuando la sobredosis de endorfinas me dejó imbécil por meses. No como las infinitas veces siguientes que hedían cada vez más a resignación e indiferencia, al punto de negar su misma naturaleza de re-encuentro.

No.

Este amor es extraño porque es el reencuentro de dos tiempos, y eso es peligroso.