lunes, 9 de noviembre de 2009

Té verde de Saba

Reúna una selección fresca y recién cortada de las hojas de cedrón de unos dos ramilletes medianos (las puntas, o brotes son especialmente apreciados) y  los pétalos de una rosa, quitando los pétalos exteriores y los dañados. El color de los pétalos se verá pálidamente reflejado en el color del agua. Lave cuidadosamente estos elementos mientras hierve poco menos de medio litro de agua.

Al momento de hervir el agua, inmediatamente ponga el cedrón y las rosas en un jarro (se sugiere que sea transparente), y vierta el agua. Cuando los pétalos palidezcan, y el agua baje levemente su temperatura, sumerja en ella un bolsita de té verde sin saborizantes ( personalmente usé té verde Dilmah), y media cucharadita de miel. Evite revolver excesivamente para no dañar las hojas, la miel se disolverá sola.

Extraiga la bolsa de té entre 10 a 15 minutos más tarde dependiendo de cuánto quiere que se imponga este sabor, y luego ponga alrededor de un puñado de cubos de hielo. Cuando estos empiezen a derretirse, lleve la infusión al congelador por unos 90 minutos, junto con los vasos para servirla. Al retirarla del congelador, añadir agua mineral a gusto, evitando diluir demasiado la infusión. Ideal para acompañar ensaladas y comidas livianas.
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Esta receta se basa en la versatilidad del té verde para combinarse armónicamente con una aplia diversidad de ingredientes, haciendo de él una excelente base para toda clase de infusiones frías y calientes.

Lo esencial de esta receta es la variación de la temperatura. En un primer momento se requiere un calor intenso para liberar el sabor del cedrón y la rosa, pero la infusión debe servirse muy fría.

Ad Honorem et in Tenebras
Lord Áthurel Rimbaud

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