viernes, 6 de mayo de 2011

Amanece en La Florida


Recuerdo el amanecer sobre La Florida
esperando escondido en la plaza cercana.
A que se abrieran como dulces pétalos
los más fragantes amaneceres.

Emilia, antes de ser Emilia,
El sol era tu ombligo.
El sol olía como tu ombligo
El sol amanecía en tu ombligo.

Antes de ser Emilia,
los ríos nacían en tus muslos
las nubes hacían brillar tus senos
en las sábanas exhaustas, fuimos eternos.

Y hoy, Emilia, cuando miras mis ojos,
cuando tomas mis manos,
cuando bailas en mi hoguera,
Es como recordar las más bellas caricias
la piel más sabrosa,
la llama que nunca se apaga...
La herida que no restaña.

Tu nombre es un universo de amor
que guardaré por siempre
en la luz verde de mi pecho.

2011
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Siempre es triste constatar que la calidad de tus versos ha descendido, sin embargo, me alegra ver que mi poesía refleja lo que siempre quise sentir. Erotismo y ternura no son técnicas, danzas, imposibles de coordinar

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