Siempre me siento ridículo cuando debo chocar contra un muro que me pide dinero para seguir a través de él. Y es que a través hay tantas cosas que deseo...
Creo que, dejando de lado el arte, mi vida transcurre ciegamente sólo buscando una forma de franquear esa puta restricción de dinero, así es como se pasa mi juventud.
Esta me parece la forma más macabra que el capitalismo ha concebido para torturar a personas como yo.
miércoles, 21 de octubre de 2009
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