lunes, 5 de octubre de 2009

Domingo de bicicletas...

Dónde habrá de vivir aquella plentiud que jamás sabremos encontrar?
Sabrá acaso ella encontrarnos?

Cada letra que pongo en este blog es casi como un paso más lejos. No puedo evitar, aún así, seguir registrando esta sensación que debe registrarse. Espero que aquella sensación de satisfacción, de culminación perfecta, de un día, una semana, de un año o una vida, sepa encontrarnos, y sobre todo que quiera hacerlo...

El mundo, mi mundo, va a cambiar, y va a suceder pronto.
Lo sé porque me lo dicen mis sueños, me lo dijo aquél fantasma en el balcón de un atardecer en Cartagena, en una tarde en el parque y con un beso en el puente, ese es mi sueño, y sé que me dice cosas que nadie más que yo podría entender...

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